Hepatitis A
Microorganismo: VIRUS DE LA HEPATITIS A
Enfermedad: HEPATITIS A
Agua no potable contaminada con materias fecales o alimentos contaminados por manipuladores portadores del virus.
Los moluscos llegan a ser portadores cuando sus lechos son contaminados por aguas turbias no tratadas.
Los moluscos crudos son portadores particularmente potentes puesto que al cocinarlos no siempre se destruye al virus.
Síntomas e inicio: Comienza con decaimiento, pérdida del apetito, náusea, vómito y fiebre. Después de 3 a 10 días el paciente desarrolla ictericia con orina oscura. Los casos severos pueden causar daño al hígado y muerte.
¿Qué es la hepatitis A?
El virus de la Hepatitis A es uno de los tres virus que ataca el hígado y que causa su inflamación. Al contrario que los otros dos tipos, que ocasionan una inflamación crónica del hígado, la hepatitis A suele causar una enfermedad aguda que generalmente es transitoria.
La inflamación es la hinchazón roja y dolorosa que se produce cuando los tejidos del cuerpo se lesionan o infectan y puede hacer que los órganos no funcionen correctamente. En el caso del hígado, es un órgano con funciones muy importantes para nuestro organismo: elimina los elementos químicos dañinos de la sangre, combate las infecciones, ayuda a digerir los alimentos, almacena nutrientes, vitaminas y energía,... En definitiva, es un órgano vital.
¿Cómo se transmite?
El virus de la hepatitis A se transmite a través del contacto con las heces de una persona infectada, por vía fecal - oral. Un individuo infectado que esté preparando sus alimentos, si tras usar el baño no se lava las manos convenientemente, puede transmitirle el virus a otra persona, cuando ésta ingiera los alimentos preparados.
Generalmente, la principal vía de transmisión de este virus son los manipuladores de alimentos y el agua contaminada utilizada para preparar los alimentos. Hay que tener en cuenta que la hepatitis A (VHA) se contagia al ingerir incluso cantidades microscópicas de heces de una persona infectada.
Acciones con las que SÍ puedes contraer la enfermedad:
- Comer alimentos elaborados por una persona infectada que no se haya lavado las manos correctamente después de usar el baño.
- Beber agua sin tratar o comer alimentos lavados con agua sin tratar
- Llevarse a la boca un dedo o un objeto que haya estado en contacto con las heces de un individuo infectado.
- Tener contacto personal cercano con una persona infectada, por ejemplo, a través del sexo o del cuidado de un enfermo de hepatitis A
Acciones con las que NO puedes contraer la enfermedad:
- Alguien estornuda o tose sobre ti
- Sentarte al lado de un enfermo que padece hepatitis A
- Abrazar a una persona infectada
¿Cuáles son los síntomas de la hepatitis A?
Para la Hepatitis A, el periodo de incubación, es decir, el tiempo que pasa desde la exposición al virus hasta la aparición de los síntomas, oscila entre las dos semanas y los dos meses. Desafortunadamente, los sujetos infectados son contagiosos durante este período de tiempo en el que el virus se está gestando pero los síntomas aún no se han desarrollado.
La enfermedad en raros casos vez es mortal y entre los síntomas que sufren los pacientes están los siguientes: náuseas, vómitos, disminución del apetito, fatiga, ictericia (coloración amarillenta de la piel), icterus escleral (el amarillamiento de la esclerótica o parte blanca del ojo), fiebre, dolor abdominal, orina oscura, heces de color pálido. Los bebés y los niños pequeños suelen tener síntomas muy leves y son menos propensos a desarrollar ictericia que los niños mayores y los adultos.
La mayoría de los síntomas se resuelven en un periodo de tres a seis meses, mientras que un porcentaje de aproximadamente el 15% de los pacientes con esta enfermedad tendrán síntomas prolongados que durarán hasta 6 a 9 meses. Sin embargo, no hay infección crónica con hepatitis A como puede suceder en casos de hepatitis B y hepatitis C.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico se realiza mediante prueba de sangre y prueba de panel de hepatitis para detectar si hay un nivel elevado de enzimas hepáticas. Los valores de los anticuerpos, generados durante una infección aguda como esta, pueden permanecer altos hasta seis meses después de la infección.
¿Cuál es el tratamiento para la hepatitis A?
Las personas que han estado expuestas al virus de la hepatitis A pueden recibir una inyección de inmunoglobulina (IG). Una inyección de IG puede protegerlo frente a esta enfermedad y minimizar los síntomas de la infección por hepatitis A únicamente si la persona la recibe dentro de las dos semanas posteriores a la exposición al virus. Por ello, es recomendable que si crees haber estado expuesto al virus consultes a tu médico de inmediato.
Respecto a los síntomas de la enfermedad, el médico podrá sugerir los medicamentos adecuados para reducir sus efectos. De modo general, es necesario que el paciente descanse mucho y evite beber alcohol ya que es muy perjudicial para el hígado.
Tras la recuperación, su cuerpo sabrá combatir una futura infección de hepatitis A, pero esta defensa no tendrá efecto ante otros tipos de hepatitis.
¿Cómo puedo evitar contraer la hepatitis A?
La forma más evidente de evitar el contagio de Hepatitis A es ponerse la vacuna contra este virus. De este modo, estaremos preparando a nuestro organismo para que ataque a estos gérmenes específicos en caso de entrar en contacto con el virus. Esta vacuna se administra mediante dos inyecciones; la segunda se aplica entre 6 y 12 meses después de la primera. Para que nuestro organismo esté completamente protegido contra el virus, es necesario haber recibido ambas vacunas.
Todos los niños con más de 1 año de edad, así como los adultos con mayor riesgo (como los consumidores de drogas inyectables) y las personas con enfermedad hepática crónica deben ser vacunados.
Si se va a viajar a países donde la hepatitis A es común es recomendable ponerse ambas vacunas antes de ir. Si no da tiempo a recibir las dos inyecciones antes de viajar, debe hacerse lo antes posible. Dentro de las dos semanas posteriores a la primera inyección, la mayoría de las personas ya crean una cierta protección frente al virus.
Otras medidas de prevención frente a la hepatitis A son:
- Lavarse las manos con agua tibia y jabón después de ir al baño o cambiar pañales.
- Lavarse bien las manos antes de preparar la comida o de comer alimentos
- Cuando viaje a países en desarrollo, usar agua embotellada para beber, hacer cubitos de hielo y lavar frutas y verduras